¿Qué está pasando en las escuelas del país?
Escribe Marco EspinozaS.
Título de un escrito que intente
hacerlo el 2012 y hoy quisiera responder. A esta hora de la mañana muchas
escuelas están en clases, los niños del nivel inicial y de primaria estarán esperando
a que suene el timbre y de esa manera puedan salir a su recreo, único momento
donde los párvulos son libres, espacio donde corren y gritan, donde saltan y
juegan, donde comparten algún bocadillo y se manchan con alguna bebida, —momentos
donde no son vigilados por sus profesores—.
Mencionaba que el niño en el recreo es
libre y es que todo profesor hoy en día está sometido a las programaciones de
clase, objetivos de aprendizajes y enseñanzas que desenfocan el desarrollo del
niño en clase. Como decía el maestro Carlos Castillo y Bernard
Val (1968), son ellos la parte más débil de la humanidad: “el niño
necesita, para su desarrollo normal, alimento, amor, compañía, seguridad y
elementos culturales de índole muy variada: rondas, libros de cuentos,
canciones infantiles. Diseños de colores, manualidades y juegos. (p. 55)”. Que interesante
mensaje de estos maestros que dedicaron su vida por la infancia, hoy por hoy
millones de párvulos no cuenta con lo descrito, con respecto a la alimentación no
lo hay y es que muchos de ellos vienen tomando una taza de té con pan solo. Sin
embargo, que casualidad que haya corrupción en la preparación de alimentos para
estos niños, dándoles más agua que leche —caso Qali Warma—.
Más adelante cita Castillo y Val
(1968), “la primera infancia (de 0 a 6 años) es, por eso, de
indiscutible importancia para la integración de su personalidad (p.55)”. La
carencia o carencias de estos componentes nos dan como solución trágico niños
disminuidos, tímidos, solitarios, acomplejados y, comúnmente, con un cociente
intelectual muy bajo. Son los llamados falsos retardados mentales. De ahí la
importancia de los primeros años del niño, sin esto tendrá consecuencias graves
para su desarrollo normal en la vida.
Por el otro lado los profesores podrán
respirar y tomar alguna bebida e ir a los servicios higiénicos luego de haber
permanecido horas con los niños. Es indudable que una escuela es diferente a
una fábrica. Menciono ello pues la comparación da al lugar que trabajar con
personas, niños, adolescentes y jóvenes es distinto a una máquina que se
programa para un fin. Un profesor tiene que preparar sus clases, tiene que
estar en continua actividad investigativa que le permita ir redescubriendo
algunos conceptos que le ayuden en sus actividades escolares.
Mientras miles de profesores enseñan
los valores y la ética de toda persona a esta hora también infinidad de madres
de familia están en sus hogares viendo los programas televisivos que muestran imágenes
con valores inadecuados en un mundo ético y de principios morales que toda
sociedad necesita para progresar. Dos escenarios distintos que buscan concientizar
a los seres humanos con diferentes modelos.
Si la actual política económica que dedican a los niños y profesores sigue siendo paupérrimas seguiremos teniendo personas sin valores morales y éticos que puedan transformar una sociedad que se va cayendo a poco por los actos de corrupción y violencia. “Por eso, precisamente, creemos que la política de protección al menor en el Perú se confunde con la de desarrollo de la comunidad. Y debe ser, sustancialmente, una política de emergencia (Castillo y Val, 1968, p. 55)”.
Referencias
Castillo,
R. y Val, V. (1968). ¿Problemas de
menores?, Consejo Nacional de Menores, Lima, Perú.
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