De todo y de nada
Espinoza
Saldaña Marco Antonio
Director
de la Revista “La Chispa”
Quiero
manifestar que “De todo y de nada”, el título de este escrito, pertenece al
Doctor en Educación: Carlos Castillo
Ríos (1927-2013), quien dedicó su juventud y adultez a la investigación de
los problemas de nuestra educación y formación de los niños. Esto nos llevó a
indagar más sobre su dechado intelectual y conocer el entorno social en el cual
había vivido. 
La
obsesión por conocer la producción literaria del amauta Carlos Castillo Ríos, tiene
varias aristas. Una de ellas, es que estoy en la cima de mi apetito voraz por
la lectura, sobre todo, lectura de mi gusto. Con todos los agravantes y penas
que produce el sistema económico con sus consecuencias familiares, me refugio
en alguien, esta vez ese alguien tenía que tener paciencia y que por supuesto, no
me llame constantemente la atención. Fue así que la lectura se convirtió en mi
refugio y en un amigo íntimo, aquel amigo que calla y enseña, de ser un
emocionado empedernido de las lecturas críticas. Descubrí que no había esa sazón
que le da gusto a seguir viviendo, así como con nuestras comidas son deliciosas
y agradables con esa planta medicinal, llamada jengibre (kion), decía mi señora
madre, “sin el kion mis comidas no saldrían suculentas”. Lo considero el punto
más alto de mi vida, porque me permite pensar, analizar y razonar sin embargo
esto no podría ser posible si no le diera la debida importancia.
Queremos
resaltar la importancia del II Congreso Nacional de Lectura y Escritura,
organizado por La Biblioteca Nacional del Perú (2009), el cual nos dice en
cuanto al gusto de leer:
Aprendimos
a leer en la escuela, pero aprendimos por presión social, por obligación.
Estudiamos para aprobar exámenes y no por el gusto de saber. Corresponde a los
docentes ser parte de la solución a estos problemas, nos corresponde revertir
esta tendencia con el ejemplo. (p. 71)
Siempre
me preguntaron sobre mi infancia, nunca supe responder, por no tener ningún
recuerdo de ello. Pasaron muchos años para poder encontrar una respuesta a mi
niñez olvidada, 36 años sin poder entender el significado de leer, lo
importante que era para mi camino. Tengo que resaltar que estar en esto implica
tener una solvencia económica, que pueda respaldar tu interés por la cultura. En
nuestro país educarse cuesta, nada es gratis, a pesar que son instituciones públicas,
igual hay un costo por acceder a ellas, me refiero a las bibliotecas, teatros y
todo lo que tenga que ver a espacios culturales. El actual gobierno y las
políticas de Estado no ayudan a que la educación del ser humano sea gratuita,
es por estas razones que vemos bibliotecas vacías, teatros al alcance de los
que pueden pagar, entre otros.
Volviendo
con el tema, el maestro, Carlos castillo Ríos, se dedicó al periodismo allá por
los años 1960 hasta 1991. Los diarios, La República y El Comercio, fueron los
que más espacio le dieron sobre las investigaciones y su lucha por una
educación social a favor del niño y de nuestra sociedad. Fue en el diario La República
que encontré: “De Todo y De Nada”. Me impacto esa frase, es por
ello la razón de este artículo. Por mucho tiempo anduve buscando y preguntando
sobre sus escritos, deseaba encontrar páginas enteras dedicadas a sus obras,
sin embargo lo poco que hay, me hizo comprender, analizar y razonar sobre
diferentes temas relacionados a los problemas de nuestra sociedad.
Recuerdo
a un profesor de literatura, quien me decía constantemente, sobre lo importante
de escribir, mientras uno pudiese claro. A mis 37 años de vida, después de
haber permanecido 36 años en una congeladora, llamada: “la mecánica”, en honor
al aprendizaje recibido en la escuela. Solo llevo un año dedicándome a lo que verdaderamente
me gusta, y de verdad que uno nota los cambios.
Más
de 11 años andando entre cuatro paredes frías, sin que me enseñaran lo más mínimo
que pudiera servirme en la sociedad donde estaba. Más de 11 años alejado del contexto
social que vivía mi país. Más de 11 años de no vincular mi sociedad y mi escuela
con mis problemas familiares. Creo que los 20 años de mi vida fueron afectados
por los problemas de casa. Argumentos descritos por los maestros: Carlos
Castillo Ríos y Walter Peñaloza, quienes manifiestan que el niño comienza a
sentir los avatares de la vida desde el vientre de la madre, al respecto nos
dice el profesor Carlos Castillo Ríos, en su libro: Derecho de Menores, lo
siguiente:
Está
comprobado que la familia es la primera fuerza que afecta y organiza la vida
del niño. Por eso es necesario, en todo estudio que se realiza a un menor,
referirse a la situación de su familia, condición económica, estabilidad,
organización interna nivel de ingresos. Etc. Todos los datos relativos al
cuadro familiar son importantes para apreciar su personalidad. (Castillo, 1968,
p. 15)
Tanto
Castillo como Peñaloza, doctores en Educación, trabajaron en la Reforma
Educativa de 1972, que en ese entonces fue liderado por el filósofo: Augusto
Salazar Bondy, algunos intelectuales los llaman: “padres de la educación
inicial”.
A
esta conclusión también llego el neurólogo y profesor de medicina de la,
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el Doctor Pedro Ortiz Cabanillas. Estos
argumentos me permiten manifestar, que mientras haya hogares disfuncionales
causados por la realidad nacional, es decir, al no existir una escuela que
vincule la familia con la sociedad; una educación sexual real; una preparación para
ser padres. Nuestra realidad social nos dice que hay clases sociales, por ende,
nuestros padres son marginados por la sociedad. Donde los pobres viven alejados
de los ricos; donde los pobres viven en cerros llenos de polvo y falta de agua
y los ricos o pudientes viven en edificios a lado malecones, playas, con
grandes parques y jardines.
Hoy
caminaba por las calles del distrito de Comas y observaba la gran cantidad de
basura acumulada a los alrededores de las esquinas de los mercados o laderas de
cerro, muebles viejos abandonados en las esquinas, desmontes en la calzada de
los transeúntes, talleres mecánicos que toman las calles impidiendo el tránsito
peatonal, la falta de veredas muy importante en estas zonas, pues ayudan a
transitar. Al transitar por las calles, tenía que hacerlo desviando, moto taxis
y combis (camionetas rurales) y buses, para así poder llegar a la casa de mis padres.
En el trayecto también pude darme cuenta de los inmensos letreros que han
puesto los políticos en campaña electoral, con motivo de las Elecciones
Municipales y Regionales que se darán a mediados de octubre. Un señor, con
volantes en manos, visera y polo de un partido político, manifestaba que su
candidato era y es honrado, que lucharía por la corrupción, cosa que vamos a
escuchar en estos meses a puertas de las elecciones, pero me pregunto: ¿nuestra
sociedad está cambiando para bien?, ¿seguimos esperando al candidato, llamado
“el mal menor”?, ninguna de estas preguntas tendrán respuesta si es que nuestra
educación sigue igual como en las elecciones
realizadas el 2014 y 2010.
Son
ejemplo, distritos como Comas, en el año 2010 tuvo como alcalde al Doctor Nicolás Kusonoki, nos preguntamos, ¿qué
obras realizo en este distrito que permitiera dar una mejor vida a sus vecinos?,
¿ayudo a la población a que tome conciencia de la realidad social que pasamos?,
nada de eso hubo, Comas siguió igual, con la diferencia del aumento de la
basura. Años después saldría candidato el señor: Miguel Saldaña (2014-2018), a
pocos días de que termine su periodo, tiene licencia para postular al sillón presidencial
por la ciudad de Lima, es mejor no seguir recordando cosas hechas por los
políticos llamados “demócratas”, sino observemos como los medios de
comunicación manipulan las noticias, con esto del caso: Odebrecht, de los
asaltantes de bancos, de los violadores, de las mafias de lavado de dinero, todas
las mañanas son asesinatos, robos, delincuencia, no hay ningún día que esa televisión
nos enseñe valores, el cual nos forme moralmente y éticamente, palabras que
cuestan cumplirlas pero que sin embargo el Doctor Pedro Ortiz Cabanillas, lo venía
repitiendo en sus obras, el ser humano podría cambiar si en lo posible fuera: consciente
moralmente y éticamente. En “Educación y Formación de la Personalidad”, nos
dice:
Los
maestros tienen que saber, entonces, que la formación de sus alumnos se da
dentro de una estructura social que no es ciertamente solidaria, libre o justa.
Ellos deben saber que su trabajo se realiza, mejor dicho, se vende, en un
mercado donde faltan solidaridad, libertad y justicia. De modo que para
encubrir esta realidad inmoral se aplican muy bien las ideas de las Ciencias
Naturales –la Biología, la Ecología-, que explican la supuesta naturaleza
animal del hombre y se extrapolan a la educación de los niños y de los hombres
en general. (Ortiz, 2008, p. 31)
Si
algo ha cambiado en un año de lectura es que ya no soy un simple receptor, sino
que ahora no tan solo escucho, leo sino que saco mis propias conclusiones, no
tengo porque dejarme manipular, soy el que toma la última palabra en mi camino.
Parafraseando
al ensayista Manuel Gonzales Prada, “es mejor ser un crítico de la realidad y
un soñador optimista”, si nuestra sociedad no cambia nuestra realidad educativa
seguirá igual, si es que los medios de comunicación no contribuyen a la cultura
estamos dispuestos a seguir teniendo los profesionales que hoy egresan, si
seguimos siendo individualistas antes que altruistas seguiremos teniendo una
sociedad indiferente ante los demás.
Referencias.
Biblioteca Nacional del Perú
(2009). La Lectura y el Magisterio Nacional. En K. Delgado (Ed.), Lectura para
construir un país democrático con equidad social (pp. 68-71). Lima, Perú: Fondo
Editorial Biblioteca Nacional del Perú.
Castillo, C. (1968). Derecho de
Menores. Lima: Consejo Nacional de Menores.
Ortiz, P. (2008). Educación y Formación
de la Personalidad. Lima: Fondo Editorial de la Universidad de Ciencias y
Humanidades.