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lunes, 15 de mayo de 2023

¿DESDE CUÁNDO EL MALTRATO PREVIENE EL ACTO ANTISOCIAL?

 


¿Previene el castigo cruel?

Escribe Carlos Castillo Ríos

Reeditado por Marco EspinozaS.

Delgado, nervioso y desconfiado, rehúsa contar lo que le sucedió en el Albergue Tutelar de Menores donde estuvo detenido por sospecha de acto antisocial. Tiene miedo. Sus palabras quiebran vacilantes y trémulas. Entonces se recurrió al testimonio escrito. Más de una hora le costó a este niño de 13 años y origen provinciano, hacer este relato:

Durante los 2 meses que estuve en el Albergue me aburrí mucho porque no hay en que ocuparse. Nos levantaban temprano para hacer ejercicios durante una hora. Luego nos llevan al auditorio hasta la 1 de la tarde, hora de el almuerzo. Después, nuevamente al auditorio hasta las 5 de la tarde. Allá tampoco se hace nada: apenas se ve televisión durante unas cuantas horas. Y así todos los días.

Cuando algo sucede “todos pagamos el pato”. En la noche nos cuelgan y tiran palos en la cabeza. Nunca en mi vida olvidaré el Albergue.

Los Albergues se abrieron para evitar un mal mayor: las comisarías. Son una especie de internado donde están los niños, para observación y estudio, antes de ser llevados a presencia del Juez. Del Albergue deben ir los menores al Juzgado con ficha social, peritaje psicológico, reconocimiento médico, referencias sobre su escolaridad y, a vía de ilustración, el relato de los actos negativos que protagonizaron. Los especialistas que participan en el estudio del menor deben, además, hacer recomendaciones al Juez sobre el tratamiento y acciones a realizar para que elimine las causas que, de una u otra manera, le llevaron al Albergue.


 

Los exámenes médico, psicológico, social y educativo que se realiza con los menores no deben durar, sin embargo, más de una semana. ¿Por qué, entonces, permanecen los menores en el Albergue durante dos, tres hasta seis meses? ¿Debe retenerse a cientos de niños encerrados, aburriéndose, sin hacer nada, a la espera del especialista que le hará el peritaje? ¿Cómo es posible que en las noches, cuando no están médico, psicólogo ni trabajadores, sociales, pueden los policías colgar y golpear a los menores?

La Guardia Civil es organismo esencialmente preventivo. ¿Desde cuándo el maltrato previene el acto antisocial? ¿Ante la inoperancia del Consejo Nacional de Menores a que organismo oficial compete la protección de menores? ¿Si la Guardia Civil controla la conducta callejera y cautela el orden social, quien controla, a su vez, a los sádicos que con su desviación personal comprometen seriamente el prestigio de una institución? (Castillo, 1982, p. 11)

Referencias

Castillo Ríos, C. (28 de enero de 1982). ¿Cuál es la etimología de la palabra religión?. La República, p. 11.

[Fotografía del Diario La República]. (Lima. 1982). Archivo fotográfico de la “Revista La Chispa”. Imágenes extraídas de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional del Perú: Lima, Perú.

viernes, 12 de mayo de 2023

FIESTA UNIVERSAL, UN ESCRITO DE MANUEL GONZÁLES PRADA

 


El siguiente artículo fue escrito en 1905 por Manuel Gonzáles Prada, su nombre verdadero fue: José Manuel de los Reyes González de Prada y Álvarez de Ulloa, con el título de FIESTA UNIVERSAL dio un mensaje a sus seguidores sobre lo que significaría el 1° de mayo, Prada también fue director de la Biblioteca Nacional en los años 1912, un hombre que se dedicó integro por rescatar los libros que Ricardo Palma había desaparecido. Prada se identificó mucho con la clase obrera, el cual diría:

 

FIESTA UNIVERSAL

Escribe Manuel Gonzáles Prada

Reeditado por Marco EspinozaS.


El 1° de mayo tiende a ser para la humanidad lo que 25 de diciembre para el mundo cristiano: una fecha de alegría, de esperanza, de regeneración.

Los cristianos celebran el nacimiento de un hombre que, sin tenerse por Dios, dice lo suficiente para que le juzguen divino: titulándose hijo de un padre que probablemente no existe, viene a redimirnos de una culpa que seguramente no hemos cometido. Según la historia o la leyenda, ese hombre se hace crucificar por nosotros; pero el sacrificio no sirve mucho, dado que hoy la mayoría de la humanidad se condena por no conocer el Syllabus ni el Catón cristiano. Un redentor que nos hubiera redimido del hambre, dándonos una simple fórmula para transformar los guijarros en pan y el agua en leche, habría hecho más que Jesucristo con todos los sermones y milagrerías del Evangelio.

Los revolucionarios saludan hoy el mañana, el futuro advenimiento de una era en que se realice la liberación de todos los oprimidos y la fraternidad de todas las razas. El creyente y el ateo, el mahometano y el judío, el budista y el bramano, lo mismo que el negro, el amarillo y el blanco, todos, en una palabra, tienen derecho de venir a regocijarse, todos son llamados a cobijarse bajo los pliegues de la bandera roja. Los cristianos guardan un cielo para unos y reservan un infierno para otros; los revolucionarios buscan un paraíso terrestre donde hallen cabida todos, hasta sus implacables enemigos.

El 1° de mayo carecería de importancia y se confundiría con las fechas religiosas y patrióticas, si no significara revolución de todos para emancipar a todos. La revolución de una clase para surgir ella sola y sobreponerse a las otras, no sería más que una parodia de las antiguas convulsiones políticas.

Se ha dicho y diariamente se sigue repitiendo: la emancipación de los obreros tiene que venir de los obreros mismos. Nosotros agregaremos para ensanchar las miras de la revolución social, para humanizarla y universalizarla: la emancipación de la clase obrera debe ser simultánea con la emancipación de las demás clases. No solo el trabajador sufre la iniquidad de las leyes, las vejaciones del poder y la tiranía del capital; todos somos, más o menos, escarnecidos y explotados, todos nos vemos cogidos por el inmenso pulpo del Estado. Excluyendo a la nube de parásitos que nadan en la opulencia y gozan hoy sin sentir la angustia del mañana, la muchedumbre lucha desesperadamente para cubrir la desnudez y matar el hambre.

A todos nos cumple dar nuestro contingente de luz y de fuerza para que el obrero sacuda el yugo del capitalista; pero al obrero le cumple, también, ayudar a los demás oprimidos para que destrocen las cadenas de otros amos y señores.

Los instintos de los hombres no se transforman súbitamente, merced o convulsiones violentas: con la guillotina se suprimen las cabezas de algunos malos; con las leyes y los discursos o con tempestuosos cambios de autoridades, no se improvisan buenos corazones. Hay que sanearse y educarse así mismo, para quedar libre de dos plagas igualmente abominables: la costumbre de obedecer y el deseo de mandar. Con almas de esclavos o de mandones, no se va sino a la esclavitud o a la tiranía.

Por eso creemos que una revolución puramente obrera, en beneficio único de los obreros, produciría los mismos resultados que las sediciones de los pretorianos y los movimientos de los políticos. Triunfante la clase obrera y en posesión de los medios opresores, al punto se convertiría en un mandarinato de burgueses tan opresores y egoístas como los señores feudales y los patrones modernos. Se consumaría una regresión al régimen de castas, con una sola diferencia: la inversión en el orden de los oprimidos.

Braceros y no braceros, todos clamamos por una redención, que no pudo venir con el individualismo enseñado por los economistas ni vendrá con el socialismo multiforme, predicado de modo diferente por cada uno de sus innumerables apósteles. (Pues conviene recordar que, así como no hay religión sino muchas religiones, no existe socialismo sino muchos socialismos.)

Pero, ¿nada se vislumbra fuera de individualistas y socialistas? Lejos del socialismo depresor que, sea cual fuere su forma, es una manera de esclavitud o un remedo de la vida monacal; lejos también del individualismo egoísta que profesa el Dejar hacer, dejar pasar, y el Cada uno para sí, cada uno en su casa, divisamos una cumbre lejana donde leemos esta única palabra: Anarquía. (Gonzáles de Prada, 1948, pp. 15-17)

(1905)

Referencias

Gonzales de Prada, M. (1948). Anarquía. PTCM. Lima, Perú.

[Fotografía de Marco Espinoza]. (Lima. 2016). Archivo fotográfico de la Revista La Chispa. Extraído de la Chispa.com. Lima, Perú.