Vuelve a la vida, “AMIGO LIBRO”
Por Marco EspinozaS.
Por muchos años he buscado un amigo libro, no siempre lo encontraba, acudía a bibliotecas, a textos online, a recomendaciones de compañeros y nada de nada, sin embargo, me preguntaba: ¿qué características tenía que tener este amigo?, y me daba respuestas a mí mismo, pues que tenga los mismos problemas que tenemos los niños de padres migrantes, los mismos problemas que tenemos los niños que vivimos en zonas alejadas de la ciudad, los cuales aún seguimos careciendo de agua potable y desagüe, no tener espacios recreativos, no contar con fluido eléctrico, no tener internet ni mucho menos una computadora, ese amigo tiene que padecer el calor infernal y las polvaredas que hay en los arenales de los cerros, ese amigo tiene que padecer de algunos derechos que se los han quitado a nuestros padres, por ejemplo, el que no cuenten con un trabajo estable, que no estén en planilla, el que no tengan un sueldo justo y sobre todo el derecho a tener vacaciones. Ese amigo libro debe explicarme porque suceden todos esos atropellos, ese amigo libro debe hablarme en un lenguaje tan igual al que hablamos todos los niños de la calle.
Fue así que, en el año 2017 llegue a conocer a mi amigo libro: “Los niños del Perú. Clases sociales, ideología y política”, hoy (2021) ese amigo me sigue acompañando en mis 41 años de vida.
Portadas de las ediciones 1974 y 2021
Pero hoy gracias a otros amigos y amigos libros hemos hecho realidad a que esté vuelva a la vida, y vuelva para ser amigos de otros niños, de otros jóvenes y de otros amigos, como se dice vuelva para quedarse por siempre. Sabemos que no ha sido nada fácil cristalizar estos sueños, sin embargo, creemos que cuando algo vuelve a la vida es para volvernos a recordarnos de que la lucha a vivir con sueños es vida.
A continuación, les presento un pequeño poemario al amigo libro:
Rebelde:
MI LIBRO.
Mi libro me llama: en el día y en la noche,
ríe al momento de cogerlo,
llora cuándo está sólo,
se alegra cuando lo leo,
me abraza cuando le pregunto,
se molesta cuando me canso,
me busca para caminar,
me busca para soñar y
me susurra al oído cuando me siento solo.
Ante todos, me reveló, y es ese coraje,
el que me hace luchar,
el que me hace renacer,
el que me hace vivir,
el que me hace también sumergirme rebeldemente ante un gran amigo: “el libro”.
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