JUAN
GONZALO ROSE
Espinoza
Saldaña, Marco A.
Director
de la Revista La Chispa
Era
un poeta, periodista, dramaturgo y compositor peruano, nacido en la ciudad
heroica de Tacna.
No
había escuchado hablar de él, en los 11 años de escuela, no hubo profesor que
me hiciera conocer parte de su vida, tantas horas de clase habían que no
recuerdo ningún segundo que haya quedado marcado en mi camino. Del colegio lo único
que recuerdo son los látigos recibidos de mi profesor de primaria, los gritos
de mi madre por ser un buen chico que haga sus tareas, los golpes recibidos por
parte de unos compañeros abusivos y los reglazos recibidos por un instructor
militar que llegaba, cada vez que se acercaba las “fiestas patrias” y por orden
de la dirección nos sacaba al patio para hacernos marchar y participar en los
concursos de desfile, como nunca fue de mi agrado cantar el himno nacional o el
desfile, recibía un reglazo por cada equivocación y como era un distraído,
llegaba a mi casa con la pierna roja de tanto maltrato.
Si
tan solo mis profesores me hubieran inculcado la lectura, relacionándolo con la
realidad social que vive un escolar tanto en casa, escuela y sociedad, pero
nada de ello ocurría. Así pasaron los años sin poder conocer los ensayos de Mariátegui,
los poemas de Vallejo y Gonzalo Rose, los cuentos de Arguedas, los poemas de
Heraud, entre otros escritores peruanos que sufrieron en carne propia el
rechazo de un gobierno militar o dictador. Muchos de ellos fueron desterrados a
otros países, alejados de su familia y de amigos, este sentimiento fue descrito
en muchos versos, cuentos, ensayos y novelas, que escribirían en muchas de sus
obras póstumas.
Ingresando
al tema que nos ha motivado a escribir, este jueves 12 de abril se conmemora
los 35 años en el que partiera el poeta y periodista Juan Gonzalo Rose, como
nos dice el siguiente articulo redactado en el diario La Voz, por Plinio
Esquinarila, aquel 12 de abril de 1987, cuando solo habían pasado 4 años de su
partida.
El
mes de abril es para el Perú un mes de eclipse cultural, los personajes
ilustres que nos dejaran, son: el escritor Gómez Suárez de Figueroa, apodado:
el Inca Garcilaso de la Vega, se cumplen 402 años desde su partida, exactamente
falleció: el 23 de abril de 1616, en dicho mes también conmemoramos los 88 años
de la partida del escritor y autor de los 7 Ensayos de la Interpretación de la
Realidad Peruana, José Carlos Mariátegui, que nos dejó el 16 de abril de 1930.
Quien
no recordara los poemas de Cesar Vallejo, este mes conmemoramos los 80 años de
su partida, aquel 15 de abril de 1938 partió dejándonos un mensaje: “hay
hermanos muchísimo que hacer”.
A
continuación les comparto el escrito titulado: Juan Gonzalo Rose. Voz de orden
que sigue interpelando.
Cuando
el sol del verano empieza su lento ocaso, su alejamiento, cada año nos visita
abril, el mes de las letras: mes de Vallejo y Eguren, de Garcilaso y Mariátegui…
de Juan Gonzalo Rose, quien nos dejó precisamente un 12 de abril de 1983.
Más
allá de la política y la historia, que caracteriza a algunos de aquellos
hombres, todos sin embargo todos pertenecen a esa categoría que alguien llamó
los cirujanos del alma.
Y
es que todavía no escarmentamos. Porque el nuestro es un país donde a las
celebridades, aún después de su muerte, se les mezquina un buen sitial,
mientras, salvo honrosas excepciones, el mundo oficial sigue homenajeando y promocionando
a vulgares juglares de feria, a los modistas de turno, como bien lo precisó en
cierta oportunidad José Carlos Mariátegui.
“Te
has ido. Gonzalo. Y no
nos
acostumbramos. No tendrás
ni
tuviste nunca discurso de Despedida.
Fue
tu última e inocente
broma.
Y tu mayor victoria. Porque
de
esa manera te quedaste
para
siempre entre nosotros, en
nosotros”.
Así
escribió, conmovido hasta las lágrimas, el poeta Francisco Bendezú, en el desaparecido
“El Diario Marka”, apenas murió Rose.
Más
adelante este artículo nos diría sobre la deuda moral que tiene el Perú con
Gonzalo Rose:
(…)
“…el Perú esta endeuda contigo Juan
Gonzalo; como está con todos los verdaderos artistas vivos. Mucho se comenta
aún que hombres legendarios como el “Ché” te llevaban el desayuno a tu cama, en
el destierro. En cambio aquí, después de tu entierro, ni el INC se dignó
cumplir tus deseos postreros de grabar tu LP y reditar, en España, Las nuevas
comarcas.
“No
importa; otros tiempos y otros hombres se encargarán de darte satisfacciones. Felizmente
algo nos dice que se vienen días de cambio, de revolución, de esperanza. Lo presentimos
todos Juan Gonzalo; inclusive el influjo de tu obra, de tus imprecaciones, de
tus angustias”. (Esquinarila, 1987, pp. 10-11)
Para
finalizar, deseo citar unas palabras del “primer marxista que tuvo América”: “La
educación nacional no tiene un espíritu nacional: tiene más bien un espíritu colonial
y colonizador”. Mariátegui (como se citó en Castillo, 1989).
Referencias.
Esquinarila, P. (12 de abril de 1987).
Juan Gonzalo Rose: voz de orden que sigue interpelando. La Voz: Suplemento de
domingo “Altavoz”, pp. 10-11.
Castillo, C. (1990). Critica de los
planes de Educación de la “IU” y el APRA. Lima, Perú: Ediciones Realidad
Nacional.
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