Si
pudiera crear un curso que pudiera ayudar a los futuros educadores pragmáticos,
¿Cuál sería?
Marco Espinoza
marcoespinozasalda@gmail.com
La realidad social que vivimos a diario en nuestro país, es
decir la falta de trabajo, la delincuencia, la falta de hospitales y medicinas,
la falta de estabilidad laboral, la drogadicción y la trata de personas, la
desnutrición y la anemia, los suicidios, el trabajo infantil, la mortalidad
infantil, entre otros males, los cuales son generados por la misma humanidad y
la indiferencia entre nosotros mismos. Estos males generados por nosotros
mismos están vinculados con la educación que actualmente se viene dando en todos
los colegios del Perú por órdenes del Ministerio de Educación, una enseñanza
alejada de la realidad social, se valora más el conocimiento antes que los
sentimientos. De la misma forma se viene enseñando a los estudiantes de institutos
y universidades, los cuales al egresar se convierten en profesionales pragmáticos,
lo mismo sucede con los profesores, pareciera que el sistema los arrincono y
que la única salida era volverse analfabetos funcionales.
Nos hemos guiado por perspectivas claramente definidas
que se pueden resumir así: el niño es víctima de la explotación, el abandono,
el hambre, la opresión (o la opulencia) que impone el sistema capitalista en el
que estamos inmersos. La sociedad de consumo y sus secuelas actúan contra la
familia y la infancia. Mucho tenemos que hacer –y hacerlo pronto- para detener,
en alguna forma, la ciega y absurda irracionalidad de una organización social
grotesca y deshumanizada que impunemente envilece y atrofia a los niños y
jóvenes del país. (Castillo, 1974, p. 8)
El curso que yo propongo se llamaría “La Realidad del
niño en el Perú”, conocer la verdad en el cual viven nuestros niños ayudaría a
que los maestros tuvieran una mirada diferente hacia ellos, saber que la solución
de nuestros problemas sociales, está en la niñez, ya que ellos son la semilla
de todo cambio. No es lo mismo la educación de un niño de extrema pobreza con
un niño de familia adinerada, tampoco es lo mismo la vida de un niño pobre con
la vida que vive un niño rico, entonces no podemos enseñar ni formar ciudadanos
sino sabemos lo que realmente sucede en nuestra sociedad. Y para terminar
quisiera citar al maestro Carlos Castillo (1974):
La educación peruana necesita cambiar desde sus bases,
aunque esa tarea dure muchos lustros. Los niños de la ciudad y el campo van a
las escuelas a informarse sobre un país legendario y rico, hermoso y justo,
lleno de atractivos, democrático. Y resulta que ese país descrito en tantas
clases escolares no es igual, ni siquiera parecido, al país donde ellos viven y
padecen. (p. 41)
Referencia
Castillo, R. (1974). Los niños del Perú. Clases Sociales,
Ideología y política. Lima, Perú. Ediciones Realidad Social.
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