La muerte de un
Amauta
Autor: Carlos Castillo Ríos
Fuente:
Diario La República, martes, 21 de junio de 1983
A los 78 años ha dejado de existir don
Bernandino Jinés Huaranga, el padre
de “los pájaros fruteros” de Lima. Comunero de Muquiyauyo primero y Amauta por
derecho propio después, estuvo rodeado, a la hora de su muerte, de exalumnos
que comenzaron desde niños a jugar y robar en las calles y luego fueron
convencidos por el maestro a formar un hogar donde poder defenderse de los
ataques de la miseria, la explotación y la incomprensión que nuestra sociedad
ofrece a la infancia abandonada. Muchos de ellos, ahora trabajadores manuales,
técnicos y profesionales, estuvieron a despedir al maestro. No asistió a su
entierro, naturalmente, nadie del Ministerio de Educación. Mejor así.
Fue hombre a tiempo completo y
dedicación exclusiva, don Bernardino. A él lo descubrió la revista Selecciones
del Reader Digest y lo situó como su
“personaje inolvidable”. Así resulto conocido en el mundo, pero, en el Perú, en
1969, fue Pablo de Madalengoitia quien lo hizo popular cuando le dedico un
programa en la serie “Esta es tu vida”. Pero la historia de este peruano
extraordinario comienza mucho antes, tal vez en 1943, cuando solía ir a la
canchita de fútbol de Santoyo a ver jugar a los muchachos que durante las
mañanas robaban en Tacora y en las tardes volvían a ser niños detrás de una
pelota. El Amauta les compraba fruta y una vez les obsequio pantalones de
deporte. Así se fue ganando la confianza de los muchachos, hasta que un día les
hizo esta pregunta: 

- ¿Quieren
tener una casa?
Uno de sus antiguos alumnos me cuenta:
-No creíamos, al principio, en tan
hermoso ofrecimiento. Pero el señor Jinés era nuestro amigo, nos tomaba en
serio y sólo tenia frases de comprensión para nosotros. Nada podíamos perder
probando. Juntamos dinero, compramos esteras y dos frazadas, y nos fuimos a San
Miguel, junto a la antena de Radio Nacional, donde había un terreno baldío. El
maestro nos enseñaba albañilería, carpintería y agricultura. Primero hicimos un
altillo para dormir y después la cocina. En las noches nos hablaba de Dios y
tocaba el violín.
Cuando nos iban a echar de la zona
acusados por haber construido una cueva de ladrones guiados por un encubridor
de menores, salió el artículo de Selecciones y todo cambió a nuestro favor. El
Ministerio de Educación oficializó la entrega del terreno y nos dieron
garantías para seguir viviendo.
-Era un hogar que nunca cerraba sus
puertas, el nuestro. Entrábamos y salíamos de él libremente. Así nos dimos
cuenta que eso que habíamos construido con nuestras manos era nuestra casa. Al
fin y gracias a Don Bernardino Jinés, “los pájaros fruteros” de Lima teníamos
un hogar.
-El maestro, quería que fuésemos
vegetarianos como él; pero a veces, algunos, le jugábamos sucio y nos íbamos a
La Parada a comer pollo. El no lo sabía. Vivíamos en nuestro hogar en base a
leche, menestras, quáker, sémola, garbanzos, soya y papas. El fue para nosotros
un padre, un amigo, un maestro.
Con Bernardino Jinés se forjaron otros educadores extraordinarios como
Juan Espíritu Miranda, que también tuvo un hogar de menores en Ñaña. Lo curioso
es que Jinés, un hombre que todo lo daba a los muchachos sin familia era,
afuera, acosado por la suspicacia de los mediocres, incomprendido y calumniado.
Sólo contó, en vida, con el respaldo de sus alumnos. Intuitivo genial, es
posible que más tarde tenga el reconocimiento que otros maestros como José
Antonio Encinas y Germán Caro Ríos ya han conquistado en el mundo magisterial.
Don
Bernardino Jinés, hombre cabal y Amauta auténtico, no recibió, ninguna
condecoración oficial ni reconocimiento público. Lo despidieron, hace poco,
sólo sus alumnos, ahora hombres maduros que gracias a él jamás llegaron a
Lurigancho. No lo olvidarán jamás. Como no olvidan su infancia turbulenta
poblada de juegos, robos y peleas, en las inmediaciones de lo que es hoy Tacora
y La Parada. (Castillo, 1983, p. 11)
Referencia
Castillo Ríos, C. (21 de junio de
1983). La muerte de un Amauta. Diario
La República, p. 11
Pinedo, H. (2015). Un testimonio sobre la obra de Bernardino
Jinés y sus “pájaros fruteros” por Félix Arias. Lima, Perú. Recuperado de https://www.connuestroperu.com/actualidad/miscelanea/46059-un-testimonio-sobre-la-obra-de-bernardino-jines-y-sus-pajaros-fruteros-por-felix-arias
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