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martes, 2 de julio de 2019

BERNANDINO JINÉS HUARANGA, UN AMAUTA



La muerte de un Amauta
Autor: Carlos Castillo Ríos
Fuente: Diario La República, martes, 21 de junio de 1983
A los 78 años ha dejado de existir don Bernandino Jinés Huaranga, el padre de “los pájaros fruteros” de Lima. Comunero de Muquiyauyo primero y Amauta por derecho propio después, estuvo rodeado, a la hora de su muerte, de exalumnos que comenzaron desde niños a jugar y robar en las calles y luego fueron convencidos por el maestro a formar un hogar donde poder defenderse de los ataques de la miseria, la explotación y la incomprensión que nuestra sociedad ofrece a la infancia abandonada. Muchos de ellos, ahora trabajadores manuales, técnicos y profesionales, estuvieron a despedir al maestro. No asistió a su entierro, naturalmente, nadie del Ministerio de Educación. Mejor así.
Fue hombre a tiempo completo y dedicación exclusiva, don Bernardino. A él lo descubrió la revista Selecciones del Reader Digest y lo situó como su “personaje inolvidable”. Así resulto conocido en el mundo, pero, en el Perú, en 1969, fue Pablo de Madalengoitia quien lo hizo popular cuando le dedico un programa en la serie “Esta es tu vida”. Pero la historia de este peruano extraordinario comienza mucho antes, tal vez en 1943, cuando solía ir a la canchita de fútbol de Santoyo a ver jugar a los muchachos que durante las mañanas robaban en Tacora y en las tardes volvían a ser niños detrás de una pelota. El Amauta les compraba fruta y una vez les obsequio pantalones de deporte. Así se fue ganando la confianza de los muchachos, hasta que un día les hizo esta pregunta:
- ¿Quieren tener una casa?
Uno de sus antiguos alumnos me cuenta:
-No creíamos, al principio, en tan hermoso ofrecimiento. Pero el señor Jinés era nuestro amigo, nos tomaba en serio y sólo tenia frases de comprensión para nosotros. Nada podíamos perder probando. Juntamos dinero, compramos esteras y dos frazadas, y nos fuimos a San Miguel, junto a la antena de Radio Nacional, donde había un terreno baldío. El maestro nos enseñaba albañilería, carpintería y agricultura. Primero hicimos un altillo para dormir y después la cocina. En las noches nos hablaba de Dios y tocaba el violín.
Cuando nos iban a echar de la zona acusados por haber construido una cueva de ladrones guiados por un encubridor de menores, salió el artículo de Selecciones y todo cambió a nuestro favor. El Ministerio de Educación oficializó la entrega del terreno y nos dieron garantías para seguir viviendo.
-Era un hogar que nunca cerraba sus puertas, el nuestro. Entrábamos y salíamos de él libremente. Así nos dimos cuenta que eso que habíamos construido con nuestras manos era nuestra casa. Al fin y gracias a Don Bernardino Jinés, “los pájaros fruteros” de Lima teníamos un hogar.
            -El maestro, quería que fuésemos vegetarianos como él; pero a veces, algunos, le jugábamos sucio y nos íbamos a La Parada a comer pollo. El no lo sabía. Vivíamos en nuestro hogar en base a leche, menestras, quáker, sémola, garbanzos, soya y papas. El fue para nosotros un padre, un amigo, un maestro.
            Con Bernardino Jinés se forjaron otros educadores extraordinarios como Juan Espíritu Miranda, que también tuvo un hogar de menores en Ñaña. Lo curioso es que Jinés, un hombre que todo lo daba a los muchachos sin familia era, afuera, acosado por la suspicacia de los mediocres, incomprendido y calumniado. Sólo contó, en vida, con el respaldo de sus alumnos. Intuitivo genial, es posible que más tarde tenga el reconocimiento que otros maestros como José Antonio Encinas y Germán Caro Ríos ya han conquistado en el mundo magisterial.
            Don Bernardino Jinés, hombre cabal y Amauta auténtico, no recibió, ninguna condecoración oficial ni reconocimiento público. Lo despidieron, hace poco, sólo sus alumnos, ahora hombres maduros que gracias a él jamás llegaron a Lurigancho. No lo olvidarán jamás. Como no olvidan su infancia turbulenta poblada de juegos, robos y peleas, en las inmediaciones de lo que es hoy Tacora y La Parada. (Castillo, 1983, p. 11)
Referencia
Castillo Ríos, C. (21 de junio de 1983). La muerte de un Amauta. Diario La República, p. 11
Pinedo, H. (2015). Un testimonio sobre la obra de Bernardino Jinés y sus “pájaros fruteros” por Félix Arias. Lima, Perú. Recuperado de https://www.connuestroperu.com/actualidad/miscelanea/46059-un-testimonio-sobre-la-obra-de-bernardino-jines-y-sus-pajaros-fruteros-por-felix-arias

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