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sábado, 20 de octubre de 2018

¿Porque no leemos?, una reflexión y una realidad.


¿Porque no leemos?
Espinoza Saldaña Marco A.
marcoespinozasalda@gmail.com
El maestro, escritor y antropólogo peruano: José María Arguedas Altamirano, decía que el problema de la falta de lectura en los estudiantes, se debe a que hay un rompimiento entre nuestro idioma materno: kewua y la implantación del castellano a la llegada de los españoles, año 1527. Dice el etnólogo Arguedas, como queremos leer algo si no hemos desarrollado a plenitud nuestro idioma materno, aquel idioma que por muchos siglos vivió en nuestros antepasados, al respecto cito unas palabras de un artículo del antropólogo ayacuchano: Ranulfo Cavero Carrasco, quien nos dice:
José María Arguedas recuerda que “el alumno indio que sabe leer en castellano desconoce el 80% de las palabras que lee, sólo interpreta alfabéticamente una serie de palabras extrañas para él, pierde definitivamente toda ilusión, todo gusto por la lectura, e ingresa nuevamente en la inmensa y casi inalterable multitud de indios analfabetos, en el mundo de los ciegos (ñausa)… como ellos denominan con terrible amargura a los que no saben leer”. Cavero (como se citó en Arguedas, 1944).
Mientras Arguedas sostenía esta postura, el maestro y periodista Carlos Castillo Ríos manifestaría pocos años después que la falta de lectura se debe primordialmente a la alimentación del niño entre los cero años hasta los cinco años, es decir si en esta edad no se le ha nutrido lo suficientemente deseable según las normas internacionales, entonces no podemos exigirle a que pueda ser un buen estudiante, al respecto nos dice Castillo (1982): “si usted siembra una semilla en una maceta con tierra bien abonada y otra semilla idéntica en tierra débil, en aquella crecerá una plantita alta y fuerte, y, en ésta, una raquítica, incapaz de elevarse por la fuerza de su tallo” (p. 2ª). Sin embargo sabemos que los únicos niños que son alimentados correctamente en esa edad son los de clase alta, los de clase pudiente, esto no cumple con los niños de la clase trabajadora, esto no cumple para los niños del campo, esto no cumple para los niños que están en las calles. Podemos entonces concluir que el sistema actual que impera en el Perú, no va a permitir que nuestros niños tengan una buena nutrición, una buena salud y un buen desarrollo, por lo cual nuestra educación seguirá en crisis, porque la semilla de todo cambio está en nuestra niñez, sin ello no auguramos un buen futuro para nuestro país , seguiremos siendo un territorio sub desarrollado, un conjunto de personas que solo servirán como mano de obra barata, seguirá imperando la corrupción, seguirán saqueando nuestras riquezas naturales, seguiremos siendo esclavos de nuestras propias vidas y seguiremos siendo observadores de la destrucción de la humanidad.

Referencia.
Castillo Ríos, C. (22 de agosto de 1982). Seremos un país de seres frustrados y de escasa inteligencia. La República, p. 2A
Cavero, R. (2003). La Educación en familias vulnerables peruanas (imaginarios y violencia política), p. 7. Recuperado de http://www.verdadyreconciliacionperu.com/admin/files/articulos/951_digitalizacion.pdf
[Fotografía de Felix Davila y Cesar Aquije.]. (Lima. 1982). Archivo fotográfico del Diario La República. Lima, Perú.

viernes, 19 de octubre de 2018

ENTRE LA CORRUPCIÓN Y EL HAMBRE, ESCRITA POR CCR


En un momento en que se desangra el país, por los problemas de siempre, como lo son: la corrupción, la falta de ética y valores, donde la humanidad pareciera no entender la finalidad de vivir, les presento un artículo escrito por el maestro y periodista Carlos Castillo (1983):
ENTRE LA CORRUPCIÓN Y EL HAMBRE
Escribe: Carlos Castillo Ríos
Reeditado por Marco EspinozaS.
La primera página de los diarios está reservada a los hechos raros, inauditos e impactantes. Dicen los textos de periodismo que si un perro muerde a un niño no es noticia por tratarse de un suceso que tiene lugar, corrientemente, en todas partes del mundo. Pero, en cambio, si un niño mordiera a un perro, constituiría noticia de primera página porque sería aquel un suceso sorprendente, inusual y único en su género. En todo caso, poco frecuente.
                Lo dicho viene a cuento porque un diario de la capital (1), hace poco, publico en su primera página lo siguiente: “Comandante GC rechazó soborno de mil millones”. Es decir, algo que debería ser tan común como que un perro muerda a una persona, en nuestro país y en la época actual, constituye noticia de primera página. En otras palabras: resulta raro. Aquí y ahora, que un miembro de la Benemérita Guardia Civil del Perú no se deje sobornar.
            Es probable que con tal titular el diario haya querido llamar la atención sobre algo que, en realidad, nos preocupa a muchos peruanos: el evidente, rápido y progresivo deterioro de los procedimientos policiales en general y de la corrupción en particular.
Sobre el mismo tópico pero en su especialísima y agradable manera, Miguel Quiroz Cartagena en “Voz del Pueblo” (2) decía hace poco:
1.    Si tienes un problema y te llevan a la comisaria lo primero que hacen allí es buscar la sinrazón con el fin de sacar plata y si te ven de capa caída te dicen ya pues compadre, ponte mosca o de lo contrario tendrás que tirar suelazo; y
2.    De noche, cuando los patrulleros salen de servicio, lo hacen con la mira de buscar la suya. Lo primero que hacen es cuadrar a los vehículos para sacarles plata y si no logran su objetivo le aplican papeleta, cuñao.
La situación es, pues, muy grave y no siempre ha sido así. Es bueno recordar que hace algunos años los peruanos teníamos sólidas razones para estar orgullosos de nuestra Guardia Civil pues no sólo era insobornable sino atenta, solicita y cordial con el público y, de manera especial, con los niños. Ellos llevaban muy adentro aquello de “EL HONOR ES MI DIVISA” y hacían servicio por las calles como quien suele pasear en medio de multitudes amigas. Un policía uniformado del Perú era entonces no sólo un promotor del orden público sino, además, un amigo del pueblo y un buen ejemplo para la ciudadanía.
No sé qué es lo que ha pasado desde entonces y creo que no interesa. El hecho es que el Perú se debate entre la corrupción y el hambre y para salir de esta dolorosa situación necesita, además de cambio en su política económica y social, reencontrar sus valores perdidos. Y ello no será posible si quienes deben dar el ejemplo se inclinan tan fervorosamente frente al dinero mal habido. Algo más: no podrá haber educación en el país, en el mejor sentido de la palabra, si la autoridad mancilla la Ley y sustituye el cumplimiento de su obligación por el vil metal.
Tal como están las cosas entre nosotros el país puede darse el lujo de tener a sus más altas autoridades vagando por el espacio sideral; pero las otras, aquellas que pisan la tierra y están para vigilar el cumplimiento de la Ley, tienen que ser promotores de integridad moral, decencia y conducta honesta. No hay que olvidar que a ellos los miran e imitan los niños. Son los policías sin quererlo –y tal vez sin saberlo- una especie de educadores en medio abierto que, con su ejemplo, con su buen ejemplo, pueden sentar las bases de una reacción nacional que nos vuelva por el sendero correcto.
Todavía hay tiempo para hacerlo. Si policías como el Comandante  GC Tito Díaz Amayo van de comisaria en comisaria explicando por qué la conciencia del hombre y su responsabilidad están por encima de la plata mal ganada, es probable que se pueda iniciar el camino de la resurrección. La Guardia Civil tiene en ese oficial un buen ejemplo que mostrar y con él, las posibilidades de iniciar una campaña que aleje, a los oficiales y la tropa, de la arbitrariedad y la coima.
El país así lo requiere urgentemente.
(1)  CORREO, 1° de agosto de 1983
(2)  LA REPÚBLICA, 31 de julio de 1983

Referencias.
Castillo Ríos, C. (5 de agosto de 1983). Entre la corrupción y el hambre. La República, p. 11
[Fotografía de Marco E.]. (Lima. 1983). Archivo fotográfico del diario La República. Lima, Perú.




miércoles, 17 de octubre de 2018

LOS NIÑOS Y LAS MUJERES, ESCRITO POR EL MAESTRO CASTILLO RÍOS, CARLOS.



Como parte de mi investigación realizada, les presento a continuación un artículo del maestro: Castillo Ríos Carlos (CCR), dicho documento lo llegue a encontrar en el archivo de la Biblioteca Nacional del Perú, exactamente en una enciclopedia temática ilustrada que editara el diario Expreso haya por los años 2004, el titulo de este libro, se llamó: “El gran Libro del Perú”. Con el puño y letra de quien en vida fue CCR (18 de junio de 1927 – 17 de octubre de 2013).
Los niños y las mujeres

Escribe Carlos Castillo Ríos
Reeditado por Marco EspinozaS.


El Perú es casi un continente y un archipiélago social y cultural cuyo signo es la diversidad.
País multiétnico, multicultural y multilingüe, es casi un continente por lo variado de su territorio y porque agrupa, sin integrar, a más de cincuenta poblaciones de diferentes razas, culturas, idiomas y niveles de desarrollo. Es además, uno de los sesenta países más pobres del orbe, tanto por las necesidades no cubiertas de la mayoría de sus habitantes, cuanto por la ausencia de una política social que enfrente con decisión sus problemas.
El Perú es un país fragmentado y también deficitario: de sus 23 millones de habitantes, más de la mitad son mujeres. La remuneración mínima para los que trabajan es de 113 dólares al mes… y la canasta básica familiar, alcanza los 634 dólares.
Los últimos cinco siglos de la historia peruana han sido escenario de enfrentamientos no siempre pacíficos entre quienes se adhieren al proyecto occidental de vida y los que, en abierta y dramática resistencia cultural, mantienen vigentes ancestrales usos, costumbres, lenguas y organizaciones sociales.
Las víctimas de esta confrontación han sido –lo son actualmente- las mujeres y los niños. Son ellos también los mayores damnificados del actual sistema autoritario y patriarcal.
Uno de cada dos peruanos vive en la miseria. El hecho es más dramático si se comprueba que la mayoría de los pobres son mujeres y niños.
Los niños en el Perú
En 1965 el ahora inexistente Consejo Nacional de Menores esbozó en su Plan de Defensa Social del Menor las razones de la difícil situación de los niños en el país: “Hay infancia abandonada porque hay subdesarrollo. Hay infancia en peligro moral porque existen deficiencias sociales y económicas en un elevado porcentaje de hogares; porque hay analfabetismo, desempleo y crisis de vivienda; porque hay migración masiva del campesino hacia la ciudad; porque hay desaliento y crisis moral en algunos sectores de la población…” Todo lo dicho entonces es absolutamente vigente ahora. Solo que con cifras mucho más dramáticas. He aquí algunas:
Cada día mueren 175 niños sin haber cumplido aún 5 años.
El 53 por ciento de los niños del campo padecen de desnutrición crónica.
Un total de 1425,000 niños entre 6 y 17 años trabajan para sobrevivir y dar de comer a sus familiares sin trabajo. (A esa edad ejercen, pues, de padres de familia).
El coeficiente intelectual promedio de los niños es 97.
La desnutrición infantil, la deserción escolar y la carencia de servicios de salud han aumentado en los últimos tiempos.
De este modo, el porvenir de las futuras generaciones se toma bastante incierto.
Los hijos del subdesarrollo
En estas circunstancias, la pobreza, el desempleo abierto y creciente, la desigual distribución de la riqueza del país, y todos los otros vicios estructurales de la sociedad peruana impiden el desarrollo normal de los niños de las mayorías nacionales. Muchos se salvan, sin embargo, gracias a sus padres –extraordinarios, casi heroicos- que, de una u otra manera, logran eludir los efectos de las deficiencias estructurales del país. Otros niños, sin embargo, no tienen la misma suerte y desde la marginalidad no pueden eludir las incitaciones que afectan contra su desarrollo normal y especialmente la estructuración de su personalidad.
Les queda, entonces, la calle, los tugurios, los centros de población antiguamente llamados barriadas y que ahora, bautizados como pueblos jóvenes, se ofrecen como refugio pero en realidad les abocan a riesgo sin fin.
Sistema educativo
Se agrega a esta amenaza vigente otra que, en definitiva, resulta onerosa para el erario nacional y cruel para los niños mismos: el sistema educativo. Dichos centros educativos, dotados con profesores mal pagados, provistos currículos no adaptados a la diversidad regional del país y con casi inexistente material de enseñanza, les atiborran de conocimientos teóricos que muy poco ayudan al encuentro y comprensión del educando con su ambiente físico, cultural y social. No se les enseña, sobre todo, a superar sus problemas fundamentales.
Pero la educación oficial no sólo da la espalda a las nuevas generaciones. “Reformada” a veces, siempre retorna a su espíritu colonial, a su dogmatismo ancestral poco compatible con la vida y la historia de las comunidades de base. (Expreso [Castillo], 2004, pp. 452-454)
Referencia:
Expreso (2004), “Los niños y las mujeres”. En C. Castillo (Ed), El gran libro del Perú: Enciclopedia Temática Ilustrada (pp. 452-456). Barcelona, España: Sindesa S.A.
[Fotografía de Marco E.]. (Lima. 1983). Archivo fotográfico del diario La República. Lima, Perú.

EN MEMORIA DEL MAESTRO CARLOS CASTILLO RÍOS


EN MEMORIA DEL AMAUTA CARLOS CASTILLO RÍOS
Espinoza Saldaña Marco A.
marcoespinozasalda@gmail.com
Hace 5 años, exactamente el jueves 17 de octubre del 2013, nos había dejado el amauta Carlos Castillo Ríos, el autor de los libros: “Derecho de menores”, “La educación en China”, “Los niños del Perú”, “Medicina y Capitalismo”, “Remedios y Capitalismo” y “Critica de los planes de Educación de la “IU” y el APRA”, el autor de diferentes artículos y entrevistas, hechas en los principales diarios y revistas del país, como son: El Comercio (entre 1970 y 1981), La República (entre 1981 hasta 1993); destacando en el Semanario: “Rojo y Blanco” (1987 y 1988), El Cambio, La Voz, Marka, La Opinión, Revista Caretas (1957), Revista Que Hacer, Revista Autoeducación, etc. El maestro Carlos Castillo Ríos, natural de la ciudad de los Caballeros del León de Huánuco, Doctor en Educación por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, abogado de profesión y periodista, con estudios de postgrado en Francia, en la Universidad La Sorbona, quien formo parte de la Reforma Educativa en el gobierno del General Juan Velasco Alvarado, haya por los años 1969 y 1972, fue director del Instituto de Maranga, Secretario General del Consejo Nacional de Menores (1967), en fin el profesor Castillo tuvo tantas experiencias que le permitieron escribir infinidad de artículos, un legajo colosal dejado en muchos años de investigación.
 
Quisiera comentarles un poco de lo que significa Carlos Castillo Ríos en mi camino y en el día a día de esta vida humana, todo empezó por comprender lo que quería leer, hasta que una profesora me recomendó el libro “Los niños del Perú”, dicha investigación que plasmara el amauta Castillo en esa obra me ayudo a comprender la realidad del niño peruano, poco más tarde quise averiguar más de este autor, sin embargo no había excesiva información sobre sus trabajos, hasta que decidí realizar una investigación exhaustiva sobre dicho personaje y hoy a través de esta página quiero compartir con ustedes los trabajos realizados por el amauta Carlos Castillo, es para mí una nostalgia tremenda no haberlo conocido en persona, pero por otro lado tengo el júbilo de conocer a sus familiares y amigos, como lo son: Elmer, Ezequiel, Sebastián, David, Raúl, Manuel, entre otros. Es así que rindo cortesía al maestro que viene dándome clases de realidad nacional en cada segundo, minuto y horas de lectura.
[Fotografía de Marco E.]. (Lima. 1981). Archivo fotográfico de la Revista QUEHACER. Lima, Perú.