Invasión española.
Escribe Marco EspinozaS.
Han
transcurrido más de 486 años desde la llegada de los invasores europeos a lo
que fue el Perú del siglo XVI, saquearon todas nuestras riquezas y dieron
muerte a millones de hermanos indígenas, hoy en pleno siglo XXI se siguen
ocultando la verdadera historia de América, nos hicieron sus esclavos y hoy 5
siglos después seguimos siendo un país dependiente de otros.
"Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro",
indudablemente que sí, sino miremos la realidad de nuestro país, una nación
subdesarrollada, un lugar inhóspito para la historia, un sitio sin identidad,
un pueblo subyugado ante el poder de los pudientes, donde la educación de
nuestros niños juega un papel importante para el futuro de nuestro país. Nuestra
educación actual es copia fiel de un extranjerismo, al respecto nos dice el antropólogo
Luis Lumbreras, lo siguiente:
La guerra de la independencia logró que el Perú dejara de ser
una colonia de España, pero quienes tomaron el poder solo sabían actuar como
testaferros coloniales y así no provocaron cambios importantes, y, en cambio,
entre los caudillos, como sucedió durante la conquista, se estableció una
secuencia de guerras por el poder.
La lucha de clases no se fija en leyes, ella las escribe,
decreta y deroga, en la práctica y mientras haya clases sociales, aunque las
leyes no la digan, detrás de todo poder están las armas. (Lumbreras, 1974, p.
218)
Una
Independencia maquillada para intereses particulares, uno de esos intereses es
tergiversar la historia para que la clase social que hoy tiene el poder pueda
seguir gobernando y saqueando las arcas del Estado peruano. Otro maestro que
cito es el Doctor Carlos Castillo Ríos, quien fue profesor de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos y quien escribió aquel libro llamado: "Los
niños del Perú: clases sociales, ideología y política", el cual nos dice
con respecto a lo que estamos tratando y que lleva como título, “Una escuela
neocolonial”:
Una escuela neocolonial
Escribe Carlos Castillo Ríos
Reeditado por Marco EspinozaS.
Desde el punto de vista de la educación formal y
oficial los peruanos no hemos atravesado aún todo el puente que une la Colonia
con el Perú dependiente. La clase política que nos gobierna hace 170 años,
sabiendo que a través de la historia se forma la conciencia nacional, se rinde
tributo a la patria y se consolida la identidad del pueblo, norma, aprueba y
supervisa los contenidos ajenos, eurocentristas y humillantes que, bajo el
apelativo de Historia del Perú, se difunde en escuelas y colegios. Y en esa asignatura
entrega el papel protagónico a los invasores y guerreros extranjeros y
vilipendia y disminuye a los aborígenes. Es decir, a nuestros abuelos.
De esta manera la escuela oficial reniega de
nuestro ancestro y lo desvaloriza. Perteneciendo nosotros a una cultura que
junto a China, India, Grecia, Egipto, Mesopotamia y América Central, llegó a
ser una de las más grandes del mundo, se induce a niños y jóvenes peruanos a
mirarse en espejos ajenos, justo cuando el sentido común indica que ellos
deberían conocer bien nuestras raíces, enorgullecerse de ellas, y adquirir
conciencia lucida y justa de sí mismos, como personas y como grupo social.
¿Por qué lo hacen? Es la única forma que la clase
dominante encontró para controlar el pasado, es decir la historia, y así
dominar el presente. Para ello, sin embargo, deben legitimar abusos, disimular
violaciones, distorsionar sucesos y ocultar masacres. Esa historia que es la
misma que impuso España al Perú colonial, perduró durante la Emancipación y
remontando la Independencia alcanzó la República agotada, exhausta de hoy. Por
eso nos enseñaron lo que nos enseñaron nuestros profesores y por eso enseñan lo
que se enseña ahora a los niños del Perú (Castillo, 1992, p. 17)
Referencias
Castillo, C. (4 de marzo de 1992). De todo y de
nada: Una escuela neocolonial.
Diario La República, p. 17
Lumbreras, L. (1974). Los Orígenes de la
Civilización en el Perú. Lima, Perú.
Editorial
Milla Batres.
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